lunes, 26 de septiembre de 2011

El porqué no tengo brevete

Dentro de muy pocos años me convertiré en uno esos tíos que, al tratar de disimular mis condenables  imaginaciones, lo único que les queda para enfrentar a la vida,es  ensayar alguna carita de niño despistado,  que me permita seguir  sosteniendo una vigencia cada vez más esquiva. Seré un tipo de cuarenta añasos.
Como muchos de mi generación no tengo casa propia, no soy casado, ni tengo hijos reconocidos que pueda mostrar con orgullo. Mis tres cuentas bancarias sólo existen por un mero afán de ostentación que se me metió el segundo mes que recibí mis magros mil quinientos soles. Entonces no soy miembro del country, ni me voy a veranear a Mancora los fines de semana largos, y ni siquiera me reuno con aquellos patas que "si la hicieron en la vida".
La verdad es que no tengo casi nada en esta inefable tierra excepto un volkswagen escarabajo que me vendió mi buen amigo Javier, Xaviera para sus patas.
Al poco tiempo de pagarlo, me apuré en tramitar una maldita licencia de conducir pues tengo una repulsa obsesiva hacia cualquier tipo de cuestionamiento autoritario; "Yo jamás voy a pagar una coima" le decía a mi gente cuando trasnochábamos en la esquina del parque...Hasta vergüenza me da escribirlo ahora...
Recuerdo que el trámite consistió en pagarle unos billetitos al amigo del cuñado de mi amigo para que me sacara el carnet "por lo bajo". Me consumí con mi propio hambre por salir despavorido del trabajo y poder llegar a tiempo a un examen médico, y hasta alquilé un station wagon para rendir la prueba de manejo una mañana de sábado  Hasta el momento en que comencé a manejar por el ridículo circuito que tiene el ministerio de transportes para el examen de manejo, que dicho sea de paso está ubicado muy cerca del incombustible burdel municipal llamado La Colonial,  pensé que todo lo estaba haciendo bien ¿Qué podía salirme mal? Ya había pagado para mi aprobación  Seguramente el tipo que sostenía aquella mugrienta tableta de apuntes, y que me miraba con evidente fastidio por mis recurrentes infracciones, ya tenía parte del dinero entregado al amigo del cuñado de mi amigo...
Luego de fracasar con la temible tarea de encajonar un auto que jamas había manejado y de mandar a la mierda a los enjutos inspectores de los torreones, me mandaron a esperar junto con todos los aspirantes de aquella fatídica mañana, los consabidos resultados.
Al escuchar mi nombre completo, con una entonación que no dejó espacio para la pregunta, seguido de la diabólica palabra: DESAPROBADO me sentí el tipo mas despresiable del universo. Claro, era el sujeto más desgraciado y el mas timado del planeta.
Mi primera coima la realicé hace casi un año y ascendió a la lamentable suma de cincuenta soles - el horrible policía que me capturó en la urbanización Santa Edelmira me pilló sin licencia y con el SOAT vencido-
Creo que ya llevo pagando alrededor de docientos mangos hasta el momento y no pienso tramitar nada hasta cumplir los seiscientos; importe que me jalaron en el estúpido "arreglo" que creí hacer con el amigo de...Y no lo pienso hacer porque quiero castigarme por haber sido tan estúpido y necio al haber creído que en esta sociedad corrupta y deshonesta podía encontrar a un tramitador sincero y trasparente que se limitara a realizar su trabajo; pero también lo hago por la morbosa y placentera angustia que me produce salir a manejar por estas calles pintorescas, desafiando a la ley solamente con la irrisoria protección que me significa mis diez luquitas para el afortunado policía que lograse atraparme.

Mientras tanto confieso que sigo inmerso en mis condenables imaginaciones y travesuras egoístas al tratar de encontrar una manera impune y deliciosa de vengarme de ese miserable sujeto que resultó ser el amigo del cuñado de mi amigo...






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